El umbral de riesgo de pobreza se fija en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Por tanto, aumenta o disminuye en la medida en que lo haga la mediana de los ingresos. La caída de las ganancias de la población española ha agravado el riesgo de pobreza de los ciudadanos ya que, tal y como se observa en el gráfico, hay varias regiones donde ciudadanos tienen un nivel de ingresos muy limitado.