Fabra preside una de las autonomías que más se nutren del FLA, pero cuyas políticas se desvían del respeto de los objetivos de déficit. Pone así en riesgo el cumplimiento de los objetivos de todo el sector público.
Fabra preside una de las autonomías que más se nutren del FLA, pero cuyas políticas se desvían del respeto de los objetivos de déficit. Pone así en riesgo el cumplimiento de los objetivos de todo el sector público.