
La UE debe aprovechar las oportunidades que dan los mercados emergentes.
Los flujos comerciales dentro de Europa se van a ampliar en los próximos seis meses, pero no es suficiente cuando se trata de salir de la crisis financiera. El último Trade Forecast de HSBC predice que Europa debe exportar para lograr un crecimiento sostenible a largo plazo.
Más importante aún, es necesario reorientar las exportaciones a los mercados emergentes cuyos consumidores habrán aumentado rápidamente en 2030, y centrarse en las exportaciones de los sectores cíclicos, como equipos de transporte y metales, o se arriesga a quedarse por detrás de su competencia global.
China es un ejemplo de ello: se prevé que sus exportaciones se multipliquen por cinco en 2030. Otro ejemplo es la India, que está a punto de convertirse en el exportador con el mayor crecimiento del mundo de aquí a 2030. Se espera que su clase consumidora se expanda rápidamente (así como su poder adquisitivo). En estos dos mercados, entre otros, se encuentra el potencial de Europa para exportar en su camino hacia una economía regional sólida.
De momento, se espera que China sea el que más capitalice esta oportunidad en la India. Aunque EEUU también tiene sus ojos puestos en la India, probablemente triplique sus exportaciones al país en 2030, por lo que se convertiría en el cuarto mayor exportador de bienes a la India. Entonces, ¿dónde deja eso a Europa?
En el caso de Francia, por ejemplo, existe un creciente apetito por sus famosas exportaciones agrícolas (como el queso) entre las clases de consumidores emergentes. ¿Por qué no aprovechar las grandes oportunidades en los mercados no tradicionales? Se espera que China duplique su participación en las exportaciones de mercancías francesas en 2030, convirtiéndose así en el segundo mayor mercado para dichas exportaciones después de Alemania.
Las exportaciones de otros conocidos productos franceses (como el vino y el champán) podrían ayudarle a retener una cuota de mercado sólida en bienes de alto valor agregado en el medio plazo, así como proporcionar un verdadero impulso a su economía si considerara reorientar sus exportaciones agrarias a países de alto crecimiento como la India, e incluso Corea del Sur.
En el caso de países como Alemania o Turquía, que exportan equipos de transporte y metales a India y China, el Trade Forecast de HSBC predice que los sectores cíclicos se van a comportar mejor desde ahora hasta 2030.
Alemania, a pesar de las expectativas de que crecerá a un ritmo más rápido que antes de la crisis financiera, debe prestar atención a este consejo ya que las exportaciones de sus metales experimentarán un menor crecimiento en el medio plazo (actualmente comprenden el 7 por ciento pero se espera que disminuya a 5 por ciento en 2030).
Esto seguirá a un exceso de capacidad en los mercados tradicionales de exportación. Por lo que la reorientación las exportaciones podría compensar el déficit y mantener la experiencia reciente de crecimiento anual constante de Alemania.
La fortaleza del euro ha sido un motivo de preocupación entre los exportadores europeos durante algún tiempo. El euro ha caído más de un 5 por ciento desde el comienzo del año, encadenando 14 meses de bajadas frente al dólar estadounidense a principios de septiembre.
Con las continuadas compras de activos del Banco Central Europeo, junto con un entorno de bajos tipos de interés, el euro podría caer aún más.
Por lo que los exportadores podrían ver sus productos y servicios no sólo son más baratos para comprar, sino de bajo coste para financiar.
La conclusión es que Europa tiene que invertir mientras las condiciones sean favorables en la expansión de sus capacidades de producción.
En segundo lugar, debe aprovechar las oportunidades disponibles a nivel mundial, y en los mercados clave de crecimiento como China e India, para exportar en su camino hacia una recuperación robusta. Asegurarse de que Europa lo hace bien significa centrarse en los sectores cíclicos, prestando atención a las clases de consumo crecientes.