EKATHIMERINI (GRECIA)
El debate generado en Grecia por la decisión del primer ministro, Antoni Samaras, de pedir un voto de confianza en el Parlamento, puede ser la última oportunidad para decidir hacia dónde se dirige el país, cuáles son sus perspectivas y qué tipo del modelo de crecimiento se necesita para conseguir salir de la crisis y volver así a la senda del crecimiento. Sin embargo, la oposición prefirió llevar a cabo una guerra de insultos que no benefician a nadie y de los que los ciudadanos están cansados.