Se ha convertido en una mala costumbre publicar algunas estadísticas y datos de información pública días después de su anuncio en los calendarios oficiales. Por ejemplo, la Ejecución Presupuestaria que publica Hacienda del Estado y de las CCAA no suele salir habitualmente en la fecha en que se indica en la web del Ministerio. Incluso los datos se editan a última hora de la tarde para que no haya tiempo de analizarlos en profundidad. Hay malestar entre los periodistas que consideran estos retrasos una forma de manipular las estadísticas oficiales y una vulneración del derecho a la información.