THE ECONOMIST (REINO UNIDO)
Hace unos meses los líderes de la zona euro creían que, después de la tormenta, llegaba la calma. Las palabras del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, de hacer "lo que fuese necesario" para apoyar la moneda, devolvió la confianza y el crecimiento parecía volver, aunque a un ritmo lento. Además, los países periféricos con problemas se recuperaban tras las dolorosas medidas para reducir el déficit y mejorar la competitividad. Pero, en las últimas semanas, los países de la zona euro muestran datos preocupantes. Su PIB colectivo se estancó en el segundo trimestre: Italia volvió a caer en recesión, el PIB francés no crece e incluso Alemania registró una inesperada caída de la producción. La crisis del euro todavía no se ha ido, está en el horizonte.