
Llega el verano y el transporte público de la capital se ve reducido. Los autobuses y los metros pasan con menor frecuencia y los ciudadanos y turistas deben esperar durante más tiempo para coger su medio de transporte.
Una reducción que podría ser lógica si se tiene en cuenta que en esta época los ciudadanos intentan huir del calor de la ciudad y se van de vacaciones fuera.
Sin embargo, también hay quien debe quedarse en la capital y que, al tener que utilizar estos medios de transporte, encuentran verdaderos problemas para llegar a tiempo a los sitios, y en concreto a sus puestos de trabajo.
Las esperas para coger un autobús de la EMT en plena hora punta pueden superar los 30 minutos. Un tiempo excesivo, que entorpece la actividad diaria de los madrileños. Parece que el famoso eslogan, Metro de Madrid, vuela, en verano, más que vuela, es pedalea.
Además, los usuarios de Metro deberán tener en cuenta los cortes que existen en algunas líneas por remodelación y mejora y que les puede afectar en sus trayectos habituales.