
El funcionamiento bananero catalán ha quedado al descubierto. Un chiringuito autonómico protegido por la fuerza emocional de la bandera independentista y cimentado sobre una arquitectura institucional corrupta. Subvenciones para los amigos de la cauda y comisiones para financiarse y enriquecerse.
Esta red de corrupción política no hubiera podido tejerse sin el apoyo de los medios de comunicación subvencionados, entre los que cabe destacar a la televisión autonómica catalana. A nivel mediático, se trata de un caso de éxito si tenemos en cuenta que tanto TV3 como la prensa independentista ha adoctrinado a una parte de la población catalana mediante un sectario lavado cerebral. Para ello, no han dudado en tergiversar la historia de nuestro país.
Tanto es así que el despegue empresarial de Cataluña no podría explicarse sin la ayuda procedente de España, sobre todo, en tiempos de Franco. El desarrollo del sector textil catalán constituyó un claro ejemplo de ello. Además, la reciente publicación de las balanzas fiscales ha demostrado que Cataluña no ha sido perjudicada por el sistema de financiación autonómico.
La sociedad española desconoce si ha existido un pacto entre Jordi Pujol y el Estado en relación a la confesión relativa a la herencia no regularizada. Los dos partidos mayoritarios españoles siempre intentan tapar los casos de corrupción interna. Igualmente, el sistema trata de ocultar la corrupción política cuando esta infecta de forma generalizada al PP y al PSOE. No obstante, y como ha sucedido en multitud de ocasiones, cuando un partido político consigue información acerca de algún caso de corrupción que afecta al partido rival, la guarda en un cajón para sacarla en el momento oportuno.
¿Ha sido una casualidad que la supuesta corrupción política de la familia Pujol salga a la luz pública tres meses antes del referéndum independentista? ¿Ha preferido el Gobierno utilizar la corrupción como un arma letal contra el secesionismo catalán antes que aplicar la Constitución? ¿El PP-PSOE, mientras ha necesitado la ayuda de CiU, no ha querido saber nada de la corrupción en Cataluña? ¿Son cómplices, por tanto, CiU y el PP-PSOE de la corrupción en Cataluña?
España tiene 17 familias Pujol. Cada autonomía tiene su propia familia Pujol y su red político-sindical-empresarial clientelar.
En la comunidad autónoma de Andalucía nadie sale en la foto si se mueve sin el consentimiento del gobierno regional. El libro escrito por Agustín Rivera y titulado "El cortijo andaluz, 30 años de subvenciones, enchufismo y despilfarro" trata sobre la corrupción institucionalizada e instaurada durante los gobiernos de Chaves y Griñán. Del mismo modo, el citado libro explica los últimos casos de corrupción en Andalucía: la politización de las cajas, la trama de los ERE falsos, Invercaria, los cursos de formación...
Andalucía, la región con la tasa de paro más alta de Europa, es el paradigma de la ruina de España. Pero el fenómeno de la corrupción de los chiringuitos autonómicos se extiende, en menor o mayor medida, a todas las regiones. Bono y Barreda y su entorno empresarial del sector de la construcción en C-LM. Extremadura, una autonomía económicamente insostenible donde uno de cada tres asalariados es empleado público. La red gurteliana de Valencia y Madrid...
Actualmente han cambiado algunas caras pero el sistema sigue podrido. Es vital echar a la calle a toda la generación de políticos herederos de la Transición. Es decir, aquellos que entienden la política como una forma de vida. Los españoles no quieren mantener a políticos profesionales cuya única aspiración es vivir de la política y aprovecharse de ella. Este es el germen de la corrupción.