La paralización de la privatización de varios hospitales de la Comunidad de Madrid dañó los intereses de las empresas que se presentaban al concurso. Ribera Salud, Sanitas e Hima San Pablo perdieron el dinero y el esfuerzo invertido. Sin embargo, estas compañías sanitarias no van a reclamar al Gobierno regional. Incluso Sanitas podría haber firmado ya con el nuevo consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, su compromiso para no llevar a cabo ninguna queja formal. Al parecer, esta aparente conformidad se debe a la intención de la Comunidad de compensarles con nuevos contratos públicos. Esta bien que se curen en salud, y nunca mejor dicho, porque tanta generosidad es muy sospechosa.