
Montoro va a por los débiles pero no se atreve con los poderoso ni con quien defrauda.
Queridos Reyes Magos: Ya sé que llego tarde, pero es que veo a mi padre preocupado con unas cosas que dice sobre "impuestos", "reforma fiscal" y un tal "Montoro". Y explica que no lo dice sólo por él, aunque comenta que le fastidia mucho que llamen "rico" a alguien que gana 100.000 ? al año, que él trabaja para ricos de verdad y que eso no es ser rico. Y, además, dice que son gente que se esfuerza como él y que no entiende por qué alguien es malo por ser rico si no le ha robado a nadie. Yo estoy encantado porque me acabo de enterar de que somos ricos, porque, diga lo que diga mi padre, si entre mi madre y él ganan 100.000 ? al año somos ricos, porque en "chuches" eso da para comprar la tienda entera. ¡Y muchas Nintendo!
Se queja de que si suma "impuestos directos" con "impuestos indirectos" y que como entre mi madre y él están en el "tipo máximo" -eso por ser ricos, claro-, pues que un 70 por ciento de lo que ganan se lo lleva el Estado. Le he preguntado qué son impuestos indirectos y me ha dicho que son los que "cuelan" en la factura de la luz, y en la gasolina, y también el IVA, las tasas y cuando uno se toma una copa el "finde". Le pregunto qué es eso del 70 por ciento, y me dice que "es como si trabajara sólo para el Estado de enero a septiembre y para nosotros de septiembre a diciembre". Y que a él antes no le importaba tanto, pero que ahora que se ha enterado de que ese dinero se lo llevan unos tales "políticos", "sindicalistas", un tal "Bárcenas" y una tal "UGT", que eso ya es harina de otro costal. Vamos, que para la familia solo quedan 30 de cada 100 euros que ganan papá y mamá juntos -que soy pequeño pero se sumar y restar- y que de los 70 que se lleva "el Estado" una gran parte a va a "EREs falsos" y a esos señores "corrutos" que dice -cuando lo dice así, sin la "p", sonríe- y no a los pobres ni a obras de caridad ni a hospitales, que mi padre dice que eso no le importa pagarlo.
También dice que el tal Montoro va a por los débiles -como el Sheriff de Sherwood de la peli de Robin Hood-, pero no se atreve con los poderosos ni con los que hacen "fraude" (¿qué será eso?). Me ha explicado que es como en el cole, que los matones en el fondo son unos cobardes, porque sólo se meten con los pequeños y los enclenques, que no se atreven con los de su edad o fuerza. Me fastidia mucho que mi padre diga que es un "enclenque", pero entiendo perfectamente que es injusto meterse con los más débiles. Así que mi primera petición, queridos Reyes, es que el Estado sea justo con mi papá, que trabaja mucho y llega tarde a casa de mal humor porque los impuestos "son injustos" y se ceban "en los débiles" (también dice "en los de la nómina").
Otra cosa que le enfada, es que dice que los impuestos no "premian ni el esfuerzo ni a la gente brillante y emprendedora". Lo de "premiar" lo entiendo muy bien. Lo de esforzarse también. Lo de "emprendedor" y "brillante" no tengo ni idea qué es, pero mi padre dice que esforzarse y ser emprendedor es algo bueno, pero que en este país está mal visto. Me ha explicado que es como si encima de que te esfuerzas en clase, en lugar de felicitarte y ponerte un 10 te castigan de cara a la pared y te suspenden. Entiendo que le moleste: si resulta que si me esfuerzo me castigan y me suspenden, ¿para qué me voy a esforzar? Así que, queridos Reyes, mi segunda petición es que la reforma fiscal esa premie el esfuerzo de mi papá.
También dice que se castiga al que ahorra, y que eso es malo para un país tan "endeudado" como el nuestro, que, además, necesita que haya ahorro y que con ese dinero se creen empresas, porque las empresas son las que dan trabajo a la gente.
Yo, por si acaso, ante la amenaza de que me quiten la hucha, la he roto y he escondido el dinero en casa de mi amigo Javi, que mi padre dice que ese no tiene problema porque su padre es suizo. No sé a qué se refiere, pero tengo la sensación que de allí nadie se va a llevar mis ahorros. Pero, por favor, queridos Reyes, hablad con ese señor Montoro, porque yo no quiero que a mi padre se le llenen las narices y acabemos todos en otro sitio, que a mí me gusta España, que es mi país. De todo lo que os he contado, eso es lo que más pena me da: que me tenga que ir. Yo, por si acaso, además de enviaros esta carta, voy a preguntar en el cole a ver si hay unos niños que se apelliden "Montoro" y les voy a pedir que por favor le digan todo esto a su padre, que yo no quiero cambiar ni de colegio ni de país.