Dijsselbloem tardó sólo dos meses en incendiar a la opinión pública con comentarios que se recuerdan como los menos acertados de la historia. Sus recetas para salir de la crisis tampoco han mejorado su imagen.
Dijsselbloem tardó sólo dos meses en incendiar a la opinión pública con comentarios que se recuerdan como los menos acertados de la historia. Sus recetas para salir de la crisis tampoco han mejorado su imagen.