
Los políticos han venido engañando a los ciudadanos en nombre de una Constitución que no respetan y de un falso Estado de Derecho que les ampara a costa de desporteger a las personas corrientes. España es una partitocracia disfrazada de democracia.
La prueba más evidente de ello es el secuestro de la Justicia perpetrado recientemente por el PP-PSOE durante la renovación del CGPJ (el órgano de gobierno de los jueces) y a través de la elección política de los 20 vocales que lo integran. Por primera vez en nuestra historia judicial ni siquiera se ha concedido audiencia a las asociaciones de jueces. ¿A quién se ha seleccionado? La mitad de los nuevos vocales han ejercido la política en una etapa anterior. ¿Está manchado por el nepotismo el sistema de elección? Algunos de estos nuevos consejeros del CGPJ son cónyuges de cargos políticos en activo.
El bipartidismo ha vuelto a traicionar a la Constitución y a todos los españoles, puesto que nuestra Carta Magna ordena que 12 vocales sean elegidos por los jueces. El partido del Gobierno y la oposición, con la complicidad de CiU, PNV e IU, han seleccionado a los magistrados que resolverán, directa o indirectamente, los casos de corrupción en los que multitud de políticos aforados de estas formaciones están imputados. Y este es el acto de corrupción política más grave que puede cometer un Gobierno.
Incluso el Presidente del CGPJ, que debería haber sido elegido por los vocales, tal como se establece legalmente, se ha designado de forma consensuada y a raíz de un pacto ente el PP y el PSOE. Por tanto y en virtud del mismo, al frente del Consejo estará Carlos Lesmes, magistrado de lo contencioso administrativo del Tribunal Supremo. Lesmes ha sido propuesto por el ministro de Justicia. Recordemos, a modo de referencia orientativa, que el nuevo presidente del CGPJ apoyó el indulto aprobado por el Gobierno (en el que tenía un especial interés Gallardón) al Kamikaze que provocó la muerte de un conductor en la AP-7.
¿Puede ser democrático un país con la división de poderes parace una utopía? El Gobierno de Felipe González inició la politización del CGPJ a través de la Ley Orgánica 1/1985 del Poder Judicial. Y el Gobierno de Rajoy, incumpliendo de nuevo el programa electoral del PP, ha convertido en marionetas de los partidos a los vocales del CGPJ, sometiendo completamente la Justicia al poder político.
¿Se quiere ocultar la corrupción y evitar que cualquier político aforado pueda ingresar en prisión? No olvidemos que el aforamiento confiere el privilegio de ser juzgado por los altos tribunales de Justicia españoles, cuyos magistrados son elegidos por el CGPJ. Y el CGPJ es el encargado de nombrar a los altos cargos de la Judicatura, desde los Presidentes de las Audiencias Provinciales y Tribunales Superiores de Justicia autonómicos hasta los magistrados del Tribunal Supremo.
¿Tiene todo esto que ver con la impunidad de una casta de políticos privilegiados? Mientras se actúe así no puede despejarse la duda de si PP y PSOE han pactado repartirse la elección de los vocales para enterrar el Caso Bárcenas, el Caso Faisán o el Caso Urdangarín, entre otros. Hasta el Ministerio Fiscal ha expresado su malestar ante el hecho sin precedentes de no incluir a ningún fiscal en la composición del CGPJ.