LA REPUBBLICA (ITALIA)
El 27 de noviembre, Silvio Berlusconi fue destituido como senador y privado de su inmunidad, tras una votación muy esperada. Pero aunque ya no se encuentre en el Parlamento y pueda ser detenido, el Cavaliere ha marcado una época y a la sociedad italiana de forma indeleble. Una vez depuesto y una vez que se le han asignado trabajos de utilidad social, el líder de Forza Italia seguirá disponiendo de dos armas: un aparato mediático intacto y enormes medios financieros. Unos medios que resultan mucho más poderosos en tiempos de vacas flacas. Al no estar presente en el Senado, se comunicará con los italianos mediante mensajes de vídeo interpuestos. Parece que Berlusconi seguirá estando presente.