Opinión

No fue ayer cuando cayeron los 10.000

Si queremos hacer comparaciones inteligentes debemos tener claro que no fue ayer cuando cayó el 10.000. Actualmente estamos en la zona que se correspondería con los 14.000 de 2007.

El ser humano se resiste a cambiar sus rutinas, a cambiar de idea. Si no consideramos dividendos y ampliaciones al hacer comparaciones entre índices bursátiles, hacemos mal. Cuando se concede un dividendo, un índice baja proporcionalmente. Y no es lo mismo dar 2 que 6, sobre todo si eso pasa cada año.

Comencé a hablarle de los índices total return o con dividendo incorporado en el verano de 2012, para combatir la idea que trasladaba la inmensa mayoría de los que juegan con los gráficos. Se decía que el mercado español entraba en una tendencia bajista secular al romper los mínimos de 2009. Pero no era cierto si se consideraban los cupones de las empresas, que pueden reinvertirse de inmediato en el mercado. De hecho estábamos en la base de un canal alcista. Hay quien dice que es un error pensar con dividendo incluido, porque la inmensa mayoría usa gráficos que no los incorporan. Y es bien cierto. Tan cierto como que la gran mayoría no bate mercados a largo plazo, o que el gran dinero no necesita análisis técnico; y que éste debería usarse sólo para seguirlo.

Si queremos hacer comparaciones inteligentes debemos tener claro que el Ibex 35 hace tiempo que dejó atrás los viejos 10.000. De hecho, si hacemos una comparación en relación al máximo previo a la crisis, que digo yo que nos fijamos en las cifras para hacerlas, deberíamos saber que actualmente estamos en la zona que se correspondería con los 14.000 de 2007.

Casi nada, y la inmensa mayoría sin enterarse de hasta dónde llega la hazaña. Ojalá sea cierto eso de que la bolsa anticipa la salida de la crisis meses antes de que se produzca. Aunque la verdad es que ha llovido mucho desde el mínimo de 2009, y que no hay ningún estudio que lo demuestre. Sí, ya sé que se escucha. El Trivial también dice que desde la luna se ve la Muralla China, y la gente se lo cree. El otro día me contaba una amiga que en el avión le pidieron el asiento de la ventana para ver desde el cielo la vía catalana. Y lo peor es que no es coña.

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