Los indicadores adelantados de consumo muestran un claro punto de inflexión. Las ventas minoristas redujeron en mayo su ritmo de contracción hasta el 4,6% interanual y la confianza de los consumidores registró una notable mejora en junio. Todo ello se refleja en el menor ritmo de caída del indicador sintético del consumo que, a tenor de su elevada correlación con el consumo privado, augura un inminente cambio de tendencia en la evolución del mismo.