
Semana muy dispar para la renta variable, con Wall Street imparable y España intratable.
Semana grande para Wall Street, que veía a índices como el S&P 500 y el Dow Jones Industrial volver a marcar un máximo histórico. Fue alentado por Ben Bernanke, que pareció no querer dejar lugar a las interpretaciones que provocaron las dos últimas reuniones de la Reserva Federal, y que ha apadrinado el movimiento bajista que se vivió desde finales de mayo en las bolsas. Sin embargo, como tantas veces desde 2012, no todos aprovechan igual las circunstancias ni para lo mismo.
Dice Mateo en su evangelio que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará. Y la pasada fue una nueva prueba de la importancia que tiene en estos tiempos estar en unos nichos de mercado y no en otros. El brillo de Wall Street en su vuelta a máximos ha sido en realidad bastante pasado por alto por el resto de la renta variable. Desde la europea, donde no se ha batido la parte alta de la zona de primera zona relevante de resistencia, hasta la emergente, donde la recuperación ha sido en general intensa pero se queda lejísimos de los altos del año debido al brutal castigo previo. Ni siquiera Japón ha vuelto a sus máximos anuales; si bien esto tiene disculpa considerando el atracón épico que se han pegado los alcistas en la primera parte del año en esta parte del universo de renta variable.
En Europa ha caído las directrices de corto plazo, pero los huecos bajistas dejados en la última reunión de la Reserva Federal siguen sin superarse de modo general. Nuestro Ibex, por su parte, ha fracasado en el techo de su canal alcista de corto plazo, que coincidía su gap correspondiente; planteando un retest de mínimos que perfectamente justificaría un simple ajuste de la sobrecompra de muy corto plazo en Wall Street. La nota positiva la pusieron, y merecen ser destacados, tanto la volatilidad como los bonos. El bund ha superado alguna referencia importante. El VIX, ha seguido perdiendo altura y tiene margen para seguir con ello, incluso sin descanso temporal si resulta precioso.