LE SOIR (BÉLGICA)
La libre circulación de trabajadores en la UE tiene efectos perversos que corrompen algunos sectores económicos. A la espera de una nueva directiva europea reguladora del sistema de contratos de desplazamiento, esta práctica se ha convertido en un dumping social. El Estado belga está triplemente lesionado. Los trabajadores desplazados no cotizan en beneficio de la seguridad social belga. Los trabajadores belgas quedan en paro económico, pues el trabajo es desempeñado por personal "importado". Las empresas respetuosas con la ley sufren la competencia de las que usan y abusan de este desplazamiento.