Las auditoras no se fían de las cuentas del fútbol, ya que ni KPMG, ni PwC, ni Deloitte quieren supervisar a los clubes. Afirman que pueden existir comisiones sospechosas, sueldos sin justificar o balances trucados que podrían envolverlas en polémicas, de la que alguna no ha estado falta en los últimos tiempos. La falta de rigor de los clubes en el aspecto financiero provoca una importante desconfianza entre las grandes firmas. Y es que la gestión del fútbol español ha sido desastrosa.
El dinero se ha difuminado en fichajes desorbitados o innecesarios y pueden encontrarse además comisiones más que dudosas. Un agujero, el de la Liga de Fútbol, que genera grandes pérdidas a Hacienda y que nadie, hasta el momento, se atreve a resolver.
