La racha de sorpresas negativas en los indicadores económicos internacionales ha dejado huella en los mercados durante las últimas semanas. Y es que, los movimientos de los activos que se negocian en los distintos mercados financieros del mundo están cada vez más interrelacionados, y la actuación del Banco de Japón constituye un factor clave. El proceso de gestación de su ambicioso programa de expansión cuantitativa ya se ha dejado sentir en los mercados de divisas y bonos.