Ganar 30.000 euros al mes limpios de polvo y de paja está al alcance de unos pocos elegidos. Y Belén Romana, la presidenta de la Sareb, el denominado banco malo, es una de ellos. Pero todo apunta a que por poco tiempo, ya que el ministro de Economía considera que es una remuneración impropia de los tiempos que corren. Por ello, Luis de Guindos ya le ha transmitido un mensaje alto y claro para que en la junta de accionistas que tendrá lugar a finales de mayo aleje cualquier tentación de consolidar en el tiempo un salario desproporcionado. Está por ver si los fichajes de Romana mantendrán el rango salarial del sector privado.
