El presidente portugués acometerá los ajustes necesarios en el país de la forma más sensata y menos dañina para la actividad: reduciendo el gasto público en vez de subir impuestos. Es una decisión poco popular pero prudente.
El presidente portugués acometerá los ajustes necesarios en el país de la forma más sensata y menos dañina para la actividad: reduciendo el gasto público en vez de subir impuestos. Es una decisión poco popular pero prudente.