Las estimaciones del PIB del NIESR sugieren que la economía británica siguió plana en los dos primeros meses de 2013, aunque esperan crecimiento este año. En cualquier caso, el PIB no volverá a su nivel de 2008 hasta 2015. Esta evolución contrasta con la de otras recesiones por su lentitud. A pesar de primar los ajustes, Reino Unido perdió su apreciada triple A en febrero, y la deuda pública ha pasado de 600.000 millones de libras hace cinco años a 1 billón hoy. Hacen falta reformas estructurales, más inversión y laxitud monetaria.