Se rumorea que el ministro de Asuntos Exteriores podría tener los días contados en el Gobierno. Lo cierto es que, en los últimos meses, la labor de García-Margallo ha sido un tanto decepcionante. Las expropiaciones de empresas españolas en América Latina han devaluado su capacidad de maniobra en la región. La polémica surgida por entrada de su mujer en la farmacéutica GSK tampoco ha ayudado a cimentar su reputación. Pero el detonante de su salida podría ser el desencuentro con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría al hilo de la Ley de Acción Exterior. Entre los mejor colocados para sucederle en el cargo podría estar el titular de Industria, José Manuel Soria.
