THE NEW YORK TIMES (EEUU)
Al final, Grecia no se ha hundido y Europa empieza a respirar. Pero no por mucho tiempo. Los votantes rebeldes de Italia, que han elegido a un multimillonario y a un payaso, nos recuerdan la profunda crisis en la que está inmerso el continente. Mientras, Francia actúa prácticamente sola en Mali y Gran Bretaña habla abiertamente de saltar del barco europeo. No se trata de una crisis de la moneda europea, sino de su alma. Hollande, Merkel y sobre todo Cameron: ¡recuerden a los passeurs! Si aspiran de verdad a una Europa política, asuman la responsabilidad con una visión que vaya más allá de las próximas elecciones y el siguiente bache económico.
