THE WALL STREET JOURNAL (EEUU)
Los sindicatos franceses están empezando lo que el gobierno llama una oferta de última hora para ponerse de acuerdo sobre los grandes cambios de las leyes laborales. Un proceso iniciado por el presidente François Hollande con la esperanza de tranquilizar a los inversores. Los negociadores buscan un acuerdo e impulsan las conversaciones, aunque Hollande lo tiene claro: seguirá adelante con la legislación si no se llega a un compromiso. Y es que Hollande recibe hasta la presión de agencias de calificación que evalúan la solvencia del país. Todo para demostrar que Francia es capaz de introducir medidas y cambios a las leyes laborares acallando, así, todo tipo de críticas.
