I KATHIMERINI (GRECIA)
La revelación de que la cantidad adeudada al Estado por los contribuyentes creció 1.000 millones de euros en sólo un mes ilustra lo profundo de la recesión. Por supuesto, ésta es una cara de la moneda. La otra es que 1,1 millones de autónomos no enviaron sus declaraciones del IVA, lo que a su vez ilustra lo extendido de la evasión fiscal. Lo peor es que no pagar el IVA no es sólo un caso de evasión de impuestos, es un robo sin paliativos. Un individuo o una empresa que no paga el IVA no sólo roba al Estado, sino también a sus clientes y a los consumidores que han cumplido su parte. Cuando hacer trampas es tan común, ¿podemos aspirar a erradicarlas?
