A juicio de algunos consumidores, una suerte de fin del mundo está al alcance. Tal consideración, no obstante, podría incluso ser beneficiosa para la propia actividad económica. Se lo explicamos. El miedo a un colapso del sistema económico -azuzado por la crisis y otros sucesos como el terremoto en Lorca o el tsunami japonés- está aumentando la demanda de suministros de emergencia. Y es que el 70% de los españoles teme este desenlace, de creer a National Geographic. Una compañía andaluza del mencionado sector dice haber duplicado sus ventas en el último año. Quizá con una cantidad de miedo suficiente lográramos salir de la recesión.