FINANCIAL TIMES (REINO UNIDO)
Angela Merkel siempre ha insistido en que Alemania debía liderar la zona euro, instando a los demás países a que tomasen ejemplo. Esta actitud ha hecho que la canciller temiese la reacción enojada del electorado, que hasta ahora ha demostrado estar en contra de que el Gobierno siga acumulando deuda. Pero ahora, Merkel parece estar cambiando de opinión. Es cierto que no ha dado a conocer ninguna política específica, y tampoco es probable que se abone a una súbita fiesta de gastos, pero la insinuación de que Alemania podría estimular su economía mediante una reducción de impuestos es bienvenida. Al recortar las tasas de ingreso o impuesto al valor agregado, Merkel fomentaría el gasto del consumidor, que ha sido lento.