Desde hace ya meses, algunos medios de comunicación extranjeros vienen dando buena cuenta de la crisis española. Si bien la crudeza de la recesión es innegable, parece que a algunos sólo les interesa meter el dedo en la llaga para lograr el desprestigio del país, sea al precio que sea. Así lo entiende, dicen, el Gobierno. Cuentan los rumores que Mariano Rajoy está cansado de que estas informaciones malintencionadas -una de ellas publicada recientemente por un conocido periódico de EEUU- afecten siempre negativamente a los mercados, y que maneja la posibilidad de que existan filtradores que pasan esta información al exterior. Más que ver fantasmas, hay que poner remedio a los problemas.
