A juzgar por sus palabras y la crudeza de la crisis, aún queda margen para seguir aplicando ajustes. La ministra de Fomento es partidaria de luchar contra la cultura existente en que cada uno mira por lo suyo y olvida lo de los demás. Por ese motivo se propone revisar los 800 millones en subvenciones al transporte por insularidad, para hacerlas más eficientes. Pastor ha encontrado suficientes motivos para ello. Por ejemplo, se ha constatado que hay un habitante de las islas que ha utilizado 8.000 euros para billetes de avión y barco en un solo trimestre. Llama la atención la obligación de controlar cada euro invertido. Y también el misterioso viajero capaz de gastar semejante fortuna en tan poco tiempo.