
En determinadas ocasiones, la acumulación de noticias negativas nos puede hacer ser demasiado cautos y dejar pasar por alto oportunidades interesantes. Con una mezcla de temor y esperanza, cada día nos fijamos en los indicadores como reflejo general de la situación económica, una foto que obviamente se mueve, no es estática, donde lo interesante es averiguar hacia dónde vamos.
En este contexto, en el sector de las infraestructuras se están produciendo movimientos, síntomas o señales que muestran que ya nada va a ser igual al pasado. Cuando unas concesionarias en cadena se declaran en concurso, cabe preguntarse hacia dónde conduce esa situación, cómo se resolverá y cuáles serán las consecuencias. El contexto económico tampoco ayuda y la ralentización de las inversiones o la adecuación a un calendario más viable hace que el sector vea el escenario con escaso optimismo, a pesar del inminente Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (PITVI) o la necesidad del desarrollo del corredor mediterráneo.
Aunque la situación no es la mejor, siempre hay un ángulo, una ventana que mira hacia la oportunidad. Existen buenos activos, experiencias de éxito dentro y fuera de nuestro país y con todo ello es posible encontrar socios adecuados para complementar capacidades.
Por otro lado, el rescate financiero a España probablemente llegará con más o menos condiciones y flexibilidad. Lo que sí es seguro, es que al igual que ocurrió en otros países, la troika exigirá un ejercicio de transparencia. De ahí la foto que habrá de hacerse del sector concesional en España, donde las garantías y compromisos de pago de la Administración tendrán que retratarse, tal como sucedió con Portugal. Un caso que conocemos muy de cerca en Ernst & Young, dado que realizamos un ejercicio similar para el Ministerio de Finanzas.
Rescate, inversión limitada, supervisión, concesiones en concurso con reclamaciones pendientes? un complicado panorama local que lógicamente no debe impedirnos ver otras oportunidades y la adecuación de la estrategia a esta situación: rotación de activos e invertir en nuevos desarrollos, en mercados donde está todo por hacer.
Si la situación se estabiliza, aquellos que tengan en su portfolio concesiones y sepan ponerlas en su valor de la forma más acertada, encontrarán compradores o socios. Es especialmente importante para ello la estructuración de dichas operaciones. Por tanto es cuestión de tiempo y buen asesoramiento que se crucen oferta y demanda, se cierren las transacciones y surjan acuerdos. Estas alianzas a veces podrán extenderse a otros mercados y caminar juntos en países de América Latina u otras áreas emergentes donde el desarrollo de infraestructuras vía project finance será una constante.
Además, los fondos de infraestructuras extranjeros con necesidad apremiante de invertir el capital levantado se acercan a los expertos, están atentos y se interesan por los activos. Es cuestión de tiempo que la situación general se estabilice, para que den el paso de llevar propuestas a sus comités con riesgo España. En el otro lado están los promotores privados de infraestructuras, que tienen buenos activos y, para conseguir rotar los maduros, deben de encajar los paquetes adecuados, el precio justo, el mix solicitado, visualizar la vía de inversión más deseada y llamar a las puertas acertadas. Los que nos dedicamos a ello y lo hemos vivido recientemente lo vemos claro.
Muchos lo están haciendo; otros, deberían aprovechar esta oportunidad para ganar músculo y emplear estos recursos en invertir allí donde hay oportunidades interesantes con riesgo de construcción.
Quizás en España también aparezcan nuevos actores y, antes o después del project bond, aparezcan fondos nacionales, institucionales, family offices y otros interesados en comprar activos de infraestructuras o acompañar a los promotores españoles en greenfields aquí -si los hubiera- o en otros nuevos mercados con más necesidades de desarrollo, generalmente en forma de PPPs (colaboración público-privada).
Sinceramente, no se entiende cómo en un país donde en los últimos años han proliferado la distribución a inversores minoristas de productos financieros controvertidos, cómo a nadie se le ha ocurrido hacer algo mucho más claro, adecuado y seguro como levantar un fondo para comprar deuda o equity de concesiones con o sin riesgo de construcción, y con una duración que se cruza perfectamente con los objetivos de los fondos de pensiones. La correcta selección de los activos en los que invertir en forma de deuda o capital dará un retorno a los inversores con un óptimo balance entre el riesgo y la rentabilidad. No me perderé ese viaje.
En mi opinión, quien compre ahora hace una buena adquisición. Invertir en estos momentos a un precio adecuado y garantizarse flujos de caja protegidos contra el IPC de forma continua a lo largo de un período extenso de tiempo es más una oportunidad que un riesgo.
Por todo ello, considero que a pesar del recate, la inversión limitada o los problemas, entre otros, de las autopistas en concurso, -y estemos del lado de la mesa que nos corresponda-, siempre es posible poner nuestros recursos en una vía interesante para que, aún en esta situación, nos permita aprovechar las oportunidades que se nos presentan tanto en España como en el exterior.
Javier García Seijas, socio responsable de Infraestructuras y PPPs de Ernst & Young.