La reunión entre empresarios españoles y alemanes celebrada este mes tenía por objetivo analizar el contexto de la economía española y europea, apoyar al euro y estudiar la contribución de España para resolver la actual crisis. Pero había otra meta que, parece ser, los alemanes se esforzaron en cumplir: la de potenciar las relaciones comerciales entre ambos países. Según cuentan, algunos empresarios visitantes quisieron aprovechar la delicada situación que atraviesan muchas compañías españolas para intentar comprar. Algunos no perdieron el tiempo. El gigante alemán del ferrocarril, Deutsche Bahn, se interesó por la privatización de Renfe, que probablemente atraerá a más candidatos.