En la primera mitad del año, el consumo de productos petrolíferos ha descendido un 6%. Si se compara esta cifra a la del primer semestre de 2008 -inicio de la crisis-, la caída supone nada menos que un 16,4. Sin embargo, a pesar de la menor demanda, el IPC y el precio de productos como el combustible de los automóviles (cuya demanda bajó un 5,3% en el primer semestre) han continuado subiendo. Esto se debe en gran parte a los conflictos de algunos países productores, como Irak y Siria.