PÚBLICO (PORTUGAL)
Mientras la troika concede a Lisboa un año más para cumplir con el objetivo de déficit, el Gobierno se afana en lanzar nuevas medidas de austeridad. El 7 de septiembre el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, sorprendió anunciando el incremento de un 7% en las cuotas que pagan los trabajadores a la Seguridad Social, y la aplicación de una reducción del 5,75% a las empresas.
Estas medidas son dos puñetazos directos al estómago recibidos en apenas cinco días, y que han causado grandes estragos. Se ha consolidado el malestar político y social en el país.
