Después de varios meses de altibajos en la economía estadounidense, vuelven síntomas de una leve recuperación. El principal factor es el incremento de los ingresos de los hogares en mayo y junio, período en el que crecieron a un ritmo del 4%. A pesar de ello, la economía acumula dos trimestres sin crecer por encima del 2%. Ello, sumado a la duda que genera la psobilidad de que Bernanke active una tercera ronda de impresión de dólares (QE3), demuestra el vaivén que vive la actividad del país.