El VIX -uno de los indicadores de referencia de la volatilidad existente en el mercado estadounidense- cotiza a mínimos de cinco años en un momento en que la coyuntura económica no es en absoluto buena. Esta curiosa confianza que existe en el mercado se debe principalmente a dos razones: la volatilidad registrada ha sido baja, y el cambio en la medición, que pasó a usar septiembre y octubre para su función, está empujando al VIX a sus niveles más bajos debido a su sensibilidad al cambio.