En medio de la actual situación de crisis, muchas empresas se ven obligadas a intentar aumentar la rentabilidad del trabajo de sus empleados. Pero según fuentes sindicales de RTVE, la situación ha ido un poco más allá en la sede propiedad de Abertis. El equipo directivo de la empresa ha instalado en Torrespaña -también conocida como el Pirulí- un número determinado de tornos para controlar que los trabajadores cumplan con su horario y evitar que los asalte la tentación de dar por terminada la jornada laboral antes de lo previsto. Resultan llamativas las medidas de responsabilidad a que obliga la crisis.