Viendo todas las complicaciones que ha traído la reforma energética tanto al Gobierno como a los dos ministerios implicados, parece normal que haya quien esté hastiado de la situación. Ese alguien es el ministro de Industria José Manuel Soria que, según se comenta, ha dicho basta a las desavenencias con el departamento dirigido por Cristóbal Montoro, se ha presentado en la Moncloa con su propuesta debajo del brazo y ha comunicado al presidente del Gobierno que no quiere saber nada más del asunto porque quien debe resolverlo es él. Semejante golpe en la mesa demostraría que, ciertamente, el problema le ha caído encima a Mariano Rajoy que, cuentan, ahora no sabe muy bien por dónde empezar.