Los bajísimos tipos de interés y el rendimiento real negativo de varios bonos públicos europeos deberían fomentar el consumo -en tanto penalizan el ahorro- y con él la actividad. Sin embargo, como revela un informe de HSBC, esa situación perjudica el aprovisionamiento de los fondos de pensiones. El gráfico ilustra el problema en EEUU, pero sus causas -como el envejecimiento de la población, más rápido en Europa- lo hacen extensible a nuestro entorno. Deberemos ahorrar más, debilitando el crecimiento, y trabajar más años.