LE MONDE (FRANCIA)
Rumanía sufre una crisis política sin precedentes. El hecho de que se esté dudando del Estado de derecho en este país, miembro de la UE desde 2007, preocupa a las instituciones europeas. Desde comienzos de junio la nueva mayoría integrada por socialistas y liberales emprendió un ataque institucional que desembocó en la destitución del presidente de centro-derecha, Traian Basescu. Para ello, el Gobierno dirigido por el socialista Victor Ponta infringió la Constitución y limitó las prerrogativas del Tribunal Constitucional. El conflicto es reflejo del enfrentamiento entre una Rumanía que quiere evolucionar, modernizarse y adaptarse a las normas europeas y un país inmóvil, anclado en el pasado.