Si bien es cierto que el equilibrio presupuestario de España no alcanza al de los otros grandes de Europa, el aumento de las exportaciones durante los primeros meses del año suponen una mayor reducción del déficit comercial que la que registraron Francia, Italia y Alemania. No son datos para excesivas celebraciones teniendo en cuenta que el crecimiento del comercio exterior de este año no alcanza el 10% del curso anterior pero, al menos, suponen un respiro tras los duros ajustes.