El agujero de 2.000 millones de dólares resultante de operaciones con derivados podrían transformarse en 9.000 millones, según el New York Times. Las cifras revelan una supervisión deficiente en la entidad que dirige Dimon.
El agujero de 2.000 millones de dólares resultante de operaciones con derivados podrían transformarse en 9.000 millones, según el New York Times. Las cifras revelan una supervisión deficiente en la entidad que dirige Dimon.