Casi desde el principio, los españoles han podido observar, con una curiosidad que a veces ha derivado en consternación, la timidez del presidente del Gobierno a la hora de dar explicaciones. En otras circunstancias, esta característica de Mariano Rajoy podría pasar más inadvertida, pero es claro que el gran número de medidas que ha tomado el Gobierno demandaba muchas y detalladas aclaraciones. Tras unos meses de conjeturas sobre si celebrar o no un debate sobre el estado de la nación, Rajoy se ha querido sacudir la mala fama y anunciar una comparecencia en el Congreso el día 11 de julio. Tras las muchas peticiones para que lo hiciera, Rajoy ha aclarado, eso sí, que hablará por propia iniciativa. Por lo visto, la urgencia del momento no es incompatible con los eufemismos.
