
El lunes el PSOE lanzaba una solapada petición de diálogo, coordinada hábilmente con la carta de los sindicatos al presidente Rajoy. Todo huele a la dialéctica de Rubalcaba. Pues, de acuerdo; se necesita diálogo, consenso y, si me apuran, Große Koalition (gran coalición a la alemana). Una prima de riesgo de más de 400 puntos básicos lo pide a gritos. Por la actual falta de entendimiento inversores extranjeros y nacionalistas internos van a hacer su agosto a partir de marzo. Para dialogar, consensuar, se necesita confianza. Algo que parece roto hace tiempo.
¿Cómo restaurarla? Con hechos, no sólo con palabras. Por ello animo a los dos partidos a ceder en sus posiciones. El Gobierno puede reconocer qué parte de sus reformas son temporales, como hizo con la subida del IRPF. Reformas para dos años a discutir una vez las aguas vuelvan a sus cauces.
Es importante cumplir los compromisos con la UE. España debe tener un déficit público para 2012, a ser posible, por debajo del 5,3% del PIB, y asegurar el 3% para 2013. Objetivo más fácil de conseguir si PSOE y PP lo pactan; quedaría por negociar CiU, algo que va con su natural pactista. Cumplido el déficit público, lo demás se dará por añadidura.
La buena fe del PSOE la podría demostrar aceptando coaliciones en algunas autonomías. Propongo cuatro, además de la del País Vasco: en Canarias un ejecutivo fuerte al margen de CC; en Extremadura, Andalucía y Asturias podrían constituir Gobiernos conjuntos. En las cuatro habría que pactar los presidentes. No sería nuevo: en otro tiempo de cambio, en la transición, las preautonomías eran Gobiernos de concentración; y ahora en Navarra UPN fue en coalición con el PP a las elecciones generales del 20N y está coligado con el PSOE en el Gobierno foral.
Bueno, lo sé: soy un soñador. Pero en crisis merece la pena pensar en grande.
José Ramón Pin Arboledas, profesor del IESE José Ramón Pin Arboledas.