China obtuvo un déficit comercial de 31.500 millones de dólares en febrero ?mayor que muchos de sus superávits?. Sus exportaciones se han reducido notablemente, hasta el punto de que la UE, Japón y EEUU la han acusado de restringirlas. La caída de las exportaciones, agravada por la debilidad europea, ha entorpecido el crecimiento, pero las perspectivas son buenas, también por la caída de la inflación. Y el reequilibrio parece externo: el superávit tiene que ver con la inversión, y no el consumo. Queda mucho por hacer.