THE WALL STREET JOURNAL (EEUU)
Aún no se ha secado la tinta del nuevo pacto presupuestario europeo, pero algunos de los firmantes ya han comenzado a cuestionar sus reglas. España es el primer incumplidor, pero otros le seguirán pronto. El crimen de Rajoy contra la Inquisición Presupuestaria fue subir el objetivo de déficit para 2012 del 4,4% al 5,8%. Su Gobierno asegura que cumplirá el de 2013, fijado en el 3%. El rigor presupuestario es un componente esencial de la uniónmonetaria, pero el crecimiento es la mejor manera de lograrlo: España necesita impuestos más bajos, menos regulación e incentivos a la inversión.