China ha fijado el crecimiento para 2012 en el 7,5%, medio punto menos que los últimos siete años. También es más bajo que el 8 considerado por algunos dirigentes como el mínimo para garantizar la estabilidad social (la creación de empleos suficientes para absorber el alza de la población activa). Si llegara a cumplirse la previsión, sería el menor crecimiento en 22 años. Pero Pekín suele cumplir con creces. Si la rebaja supone menor demanda de materias primas y más énfasis en el consumo, las noticias podrían ser buenas.