El pasado día 25 se efectuó el traslado a España desde EEUU del tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes hallado por Odyssey en 2007. Tras cinco años de litigios, cabría esperar que el Gobierno español se asegurara de que el cargamento llegase a España con todas las garantías. De hecho, el juez que coordinó la investigación dictaminó que la Guardia Civil, y sólo ella, debía supervisar la operación. Sin embargo, los dos agentes designados por el cuerpo se quedaron en tierra por falta de espacio. Según Cultura, la presencia de altos cargos, técnicos de Patrimonio y periodistas coparon las plazas disponibles. La Guardia Civil alega problemas con los permisos administrativos. Al final, los únicos que debían ir no fueron, y la orden del juez quedó incumplida. Una desorganización completa.