FINANCIAL TIMES (REINO UNIDO)
Si Grecia quiere evitar el hundimiento, se necesitan verdadera determinación política para reformar el Estado y la economía, y voluntad entre los demás europeos de pagar la cuenta por los fracasos y fraudes de los anteriores Gobiernos griegos. En la relación de Grecia con la Eurozona subyace una quiebra total de la confianza: muchos europeos no creen que los helenos vayan a cumplir sus promesas; muchos griegos creen que se les ha impuesto un castigo más que una recuperación. La solidaridad puede adoptar dos formas: el simple acuerdo transaccional y el acertado interés individual que lleva a los Gobiernos a identificar metas comunes en una estrategia de integración. En la crisis, sólo ha habido de la primera. Pero, para que Europa conserve su unidad y su voz, es necesaria la segunda.