La creciente descoordinación entre los miembros del Gabinete ya provoca toda clase de rumores. Se dice de algún que otro ministro que la silla le huele a pólvora... Y hay presuntos ministrables que, casi regocijados, aseguran haberse reservado para convertirse en titulares de una cartera más adelante, una vez se haya quemado una parte de este Gobierno y el camino esté libre de obstáculos. La broma es que Rajoy dijo que sabía lo que había que hacer. Pero con tantos mensajes contradictorios, ¿seguro que saben lo que hacen?